domingo, 21 de febrero de 2016

GUÍA PARA PRINCIPIANTES: CLASES DE ESTAMPILLAS

Las estampillas se emitieron originalmente para franquear cualquier tipo de correspondencia, pero con el paso de los años se fueron estableciendo servicios especiales, con sus propios sellos postales. En esta nota nos referiremos a los que por lo general han sido emitidos por la gran mayoría de administraciones postales, y dejamos para la siguiente semana aquellos que se crearon en un determinado país o grupo de países.

Primera estampilla para el correo aéreo,
emitida por Italia en 1917
La primera gran división entre los sellos postales es aquélla que los clasifica como ordinarios (los que sirven para el transporte del correo por cualquier medio de superficie, terrestre o marítimo) y aéreos (los emitidos especialmente para transportar correspondencia por vía aérea). Esta distinción se ha ido perdiendo con el tiempo y en la actualidad la generalidad de los sellos son ordinarios, con independencia del medio de transporte que se utilice; de hecho, ya mientras la distinción estuvo vigente, el franqueo se hacía indistintamente con cualquier tipo de estampilla.

Durante los que podríamos denominar años gloriosos de la aviación, la afición por coleccionar sellos de correo aéreo, así como piezas relacionadas con este servicio postal, dio origen a una rama específica de la filatelia: la aerofilatelia.

A fines del siglo XIX, la organización de los servicios postales alrededor de la Unión Postal Universal, hizo necesario identificar las estampillas utilizadas por las autoridades de los respectivos estados, las mismas que requerían un tratamiento diferenciado. Esto dio origen a las estampillas de servicio oficial, en muchos casos identificadas con un resello (OFICIAL o SERVICIO OFICIAL), sobre las estampillas ordinarias. También  se emitieron sellos oficiales, tanto para el servicio ordinario como para el servicio aéreo.

Cuando se crearon los servicios de entrega de correspondencia en plazos inferiores a los ordinarios, se utilizaron estampillas especiales para identificar el pago de la tarifa adicional que ello implicaba. Nacieron así las estampillas de servicio expreso o entrega especial, que en muchos casos utilizaron imágenes que hacían referencia a la rapidez del transporte.

A la izquierda, estampilla oficial australiana, identificada con el resello OS (Official Service).
A la derecha, estampilla de Estados Unidos para el servicio de correo expreso (Special Delivery)

Otra especie generalizada de estampillas es el de las de multa (Postage Due). Cuando el franqueo de la correspondencia no cubría la tarifa, o simplemente no la pagaba, la carta era multada en destino, generalmente con el doble del valor que debió haber pagado originalmente. Para constancia de este pago, se adherían las estampillas de multa.


Este sobre, franqueado en Londres, no cubrió con los dos sellos el total del franqueo, por lo que fue multado en destino (Australia), con la estampilla de la esquina inferior derecha. La marca T, a la izquierda, es la señal del franqueo deficiente y de la necesidad de imponer la multa

Una categoría importante de estampillas, sobre todo en determinados países, como Suiza, es la de las de beneficencia (semi postal stamps). En estos sellos, el valor facial se expresa con una suma (5+1, por ejemplo); el primer valor paga la tarifa postal y el segundo se destina para un fin determinado.

No se debe confundir estos sellos con las sobretasas postales (postal tax stamps), estampillas que se colocaban en la correspondencia como un impuesto para financiar actividades, obras o servicios. Se trata, en realidad, de timbres de impuesto, pero su uso en la correspondencia, que es la gravada con el tributo, los convierte en piezas postales.

A la izquierda, sello de beneficencia suizo Pro Juventute, Al centro un sello ecuatoriano de sobretasa; los cinco centavos se pagaban como impuesto a la correspondencia para financiar al Seguro Social Campesino y la construcción de edificios para las administraciones postales. A la derecha, cierro oficial ecuatoriano; nótese que, por su uso, estas etiquetas no tienen valor facial

Finalmente, existen los cierros oficiales. En estricto sentido no se trata de estampillas, pues no tienen valor facial ni sirven para el franqueo, sino de etiquetas con las cuales se sellaba la correspondencia que por algún motivo estaba abierta. Se trata, de todos modos, de un elemento postal que es parte de las colecciones de sellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario